


"...Sentado en el suelo estaba, un ser. Encerrado, preso de si mismo, que entre alaridos clamaba por su libertad sin alcanzar respuesta. Sus ojos miraron a Rosaura. Y sin hablar, proque los ojos no hablan, le contaron grandes penas que en el entrecejo yacĆan, pues ese es el sitio del alma, esa es la cueva vacĆa.
Todo en su cara indicaba el paso de un tiempo robado. Una expresión que no dejaba rastro de sonrisa. Sus ojos eran los de un niƱo a punto de ver el ocĆ©ano por primera vez. Unos ojos que miraban con la atención y bondad de un perro, con un espĆritu felino."
"... Sitting on the floor was a being. Locked inside, a prisoner of himself, and by shrieking clamoured for his freedom without obtaining any reply. His eyes looked at Rosaura. And without speaking, because the eyes don't speak, they told her of the great sorrows that lay on his forehead, because that is the site of the soul; that is the empty cave. Everything on his face indicated the loss of a stolen age. An expression that left no trace of a smile . His eyes were those of a child about to see the ocean for the first time. Eyes that watched with the attention and kindness of a dog with a feline spirit."
Con asombro de mirarte,
con admiración de oĆrte,
ni sƩ quƩ pueda decirte,
ni quƩ pueda preguntarte;
sólo diré que a esta parte
hoy el cielo me ha guĆÆado
para haberme consolado,
si consuelo puede ser
del que es desdichado, ver
a otro que es mƔs desdichado.
Cuentan de un sabio que un dĆa
tan pobre y mĆsero estaba,
que sólo se sustentaba
de unas yerbas que comĆa.
ĀæHabrĆ” otro āentre sĆ decĆaā
mƔs pobre y triste que yo?
Y cuando el rostro volvió,
halló la respuesta, viendo
que iba otro sabio cogiendo
las hojas que él arrojó.
Quejoso de la fortuna
yo en este mundo vivĆa,
y cuando entre mĆ decĆa:
ĀæHabrĆ” otra persona alguna
de suerte mƔs importuna?,
piadoso me has respondido;
pues volviendo en mi sentido,
hallo que las penas mĆas,
para hacerlas tĆŗ alegrĆas
las hubieras recogido.
Y por si acaso mis penas
pueden aliviarte en parte,
óyelas atento, y toma
las que de ellas no sobraren.
Yo soy...
